Y te cubrís con un manto de colores, líneas, formas y esa expresión de arte estético que te llena el rostro de brillos tornasolados y de una homogeneidad artificial en la piel, que queda suave y tersa, como de peluche. Tus pestañas se alargan y dejan que tus pupilas interpreten mas libres el ritmo de tus pensamientos y viajen recorriendo toda esa perspectiva.
Y una hermosa sensación que transgrede la monotonía y el conformismo. Ir por más e ir con vos, saberte y saber. Enamorar a la rutina con la sorpresa de encontrarte y satisfacer a mis inquietudes más soñadoras dentro de un bosque encantado, donde todo lo que imagino se vuelve real.
Y ahí mismo desmaquillarte la cara, quitar todo sostén de tu pelo, desanudar tu mirada y sus ojos, tu alma y su cuerpo; cantarle al aire y trasladar en palabras esa imitación simple y constante de tus mismas lágrimas… y las suyas, ante el vislumbramiento de tremenda situación de tristeza tras ese enorme telón luminoso y parlante que anoche relató una nueva historia, mientras las manos se entrelazaban jugando a ser armas de seducción.
miércoles, 11 de marzo de 2009
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1 comentario:
Hola. ¿Qué tal?
Con lo que has escrito, incluso hasta dan ganas de maquillarse.
Lo pintas muy divertido, y creo que hasta muy glamuroso.
Gracias.
Ciao.
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