Una vez más sumerjo la cabeza bajo el agua.
Mirando por la ventana hacia el vacío.
El camino empedrado mueve el colectivo
de un lado a otro.
Hoy, todavía no me miré al espejo.
No quise.
El anillo me lo puse al revés
El cielo, escondido y un manto de algodón sucio.
Y me dicen:
"Agrega una cuota de soberbia
y una mas de humildad
así es como funciona"
Aromas, canciones, pieles, emociones, caricias y aclaraciones.
Polvareda.
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